RETAZOS DEL AYER
Quizás la memoria es el mejor camino hacia el recuerdo y en muchas cosa es prodigiosa y en otras es ingrata.
Nuestro pueblo años atrás tenia una variedad agrícola distinta a la que hay ahora y una geografía también diferente, teníamos una despensa frutícola muy importante que se llamaba la “huerta”, un lugar ganadero que se llamaba el establo, otro lugar destacable era el mirador, además estaban las invernas, de todo esto solo existe en nuestra memoria su ubicación, porque ya no queda nada.
El mirador era un cerro muy elevado, al cual se le tenía mucho respeto
Porque se creía que estaba encantado, en este cerro solo atinaban a vivir las lagartijas, zorros lechuzas, iguanas los que tenían sus cuevas escondidas entre los matorrales que allí crecían que no eran muchos, pero habían. Desde este mirador se extendían las invernas, una hermosa y apacible mesa verde de hierba fresca, donde solían pastar una o dos mil reses, entre vacas, toros, becerros y terneros, cuando este ganado cruzaba la carretera panamericana se hacían unas largas colas de carros a ambos lados de la pista hasta que pasara la ultima res, era un espectáculo muy pintoresco ya que ha veces las reses se le iban encima a los carros que se estacionaban, también a este ganado lo acompañaba en su paseo habitual por las invernas un sinnúmero de aves como los chiclones, chilalos, choquecos, garzas, algún que otro negro fino o zoña, estas pequeñas aves contribuian a que el paisaje se vea muy surtido en una bonita mezcla de cuadrúpedos y aves, mención aparte merecen los pastores quienes eran los responsables del cuidado de las reses, al menos cuando una caía a la quebrada era un trabajo enorme tratar de sacarla ya que la quebrada era un pantano, porque sus aguas habían formado un fango muy movido y resbaladizo, el mirador era un testigo silencioso de las innumerables conversaciones entre los trabajadores, así como también, era testigo de cómo los días sábado después del pago en las oficinas viejas, donde existía el famoso tópico, el personal se quedaba tomando su chicha al costado del puente de Saman, donde había una especie de potrero y en este lugar se ubicaban las vendedores de chicha aquí las bromas, la risa eran una fiesta, los “cachitos” eran las metidas de pata que uno hacia y los demás se burlaban, pero de una manera sana era un compañerismo total, ya que todos defendían a la misma hacienda es decir que todos jalaban para el mismo lado, hay que agregar que en las oficinas viejas estaba el grifo, la balanza, el almacén la garita, el motor, el taller, que era un encerrado de ladrillo y donde estaban separados los oficios en pequeños cuartos, por ejemplo los carpinteros, que era donde se hacían todos los trabajos de este oficio, la fragua, el taller de los electricistas, la soldadora, el esmeril, los tecles donde se levantaban los motores de los tractores o camionetas para repararlos, el lavadero, el cuarto del carbón, los pozos de agua para enfriar los motores, el torno, los motores , unos impresionantes motores, que había que impulsar su arranque manualmente con unas barretas muy gruesas y el pito, ese que sonaba cuatro veces al día, y se podía escuchar en casi toda la hacienda, el `pesebre, el molino, pasando la pista al frente de donde esta el complejo educativo estaban los filtros, un poquito mas abajo estaba la resbaladora y desde allí empezaba la carrera de caserinos (casuerinos) que terminaban en el guayabo, al borde del canal que servia para regar el algodón que se sembraba y de donde eran bien notables tres compuertas una casi ala altura de la cancha de gras, otra que era el sifón donde estaba “el hueco” lugar de ensueño para ir a bañar y donde había una separación el lugar hondo para los mas intrépidos y el lugar menos hondo para los mas miedosos y la otra compuerta estaba a la altura de los Mauricio, en épocas de riego este canal llevaba suficiente agua para regar la sección Tercera que abarcaba una extensa cantidad de hectáreas, aquí los regadores eran escogidos, entre el personal y el día sábado salían bien gorditos, semana doble de pago, aunque los zancudos los hallan dejado sin dormir todos los días el machaco los hacia andar a las carreras, porque sino enfaginaban bien, los bordes o los muros se podían abrir y el agua se escapaba.
Era común ver a partir de las dos de la tarde como se desplazaba la gente a bañarse en los canales, los más mayores para asearse pero los más niños por pura diversión, eran tiempos demasiado hermosos para que durasen tanto y los que los vivimos tenemos la alegría impregnada en nuestra alma por que se vivieron a plenitud, por eso recordarlos es saludable porque nos acerca a una etapa de la vida que fue muy hermosa y a la vez inolvidable.
El canal separaba por una parte los sembríos de algodón y al otro lado las pequeñas chacras que la gente sembraba para su provecho, en estas pequeñas chacras sembraban fréjol de palo, maíz, zarandaja, haba, chileno, zapallo, yuca, pero pocas plantas grandes.
En el lugar donde hoy esta el complejo educativo era unos pequeños montículos de tierra y salitre, con alguno que otro árbol y matorrales, al costado estaba la cancha de gras, una de las mejores de toda la zona norte, porque estaba bien cuidada, aquí llegaba a entrenar el club Atlético Grau de Piura, cuando en ese entonces tenía un poderoso equipo de fútbol que participaba en el Campeonato Descentralizado Nacional, por gestiones del los señores Orlando Balarezo y Calixto Romero, es que llegaba el Grau a Mallares, también en esta cancha se enfrentaban los equipos del Unión Mallares y el Deportivo Mallares, eran unos clásicos a muerte, donde se disputaban hermosos trofeos que servían para engalanar las vitrinas en cada local que estos equipos poseían, además cuando el equipo del Unión Mallares, salía a jugar a otros lugares, Paccha, Buenos Aires de Morropon, Alto Grande, Sojo, Tamarindo, Los Órganos, Talara, Viviate, La Golondrina, Monteron, Saman, Mallaritos, y muchos lugares más, casi siempre regresaba a las seis de la tarde en los carros de Roxana y Benítez, la bulla que se hacia era ensordecedora, porque se tocaba los claxon y se golpeaba la carrocería, así como los que se subían al techo de los carros y hacían un escándalo enorme, ya que siempre el equipo ganaba.
Al otro lado del puente estaban los cocales que hasta hoy existen, luego la Sección Segunda, que era una gran extensión de sembrio de algodón, aquí estaba el patio , donde en tiempos de paña de algodón, aquí se escogía para posteriormente pesarlo, un poco mas adelante quedaba el aterrizaje , una explanada recta que servia para el aterrizaje y despegue de las avionetas que venían a fumigar, ver las avionetas , unos vehículos que solo llegaban una o dos veces al año, constituía una alegría enorme, además estaban las banderas que eran quienes guiaban a los pilotos en su paso por el algodón fumigando, de estas vivencias, solo quedan jirones de recuerdo, cuando alguien quiera revivir todo lo que un día existió en nuestro querido Mallares, acérquese a las amistades y van a revivir ese tiempo de gloria porque cada quien aportara ideas y recuerdos que le toco vivir y así no se perderá nunca la grandeza que tuvo hace años nuestro pueblo, hoy depende de las futuras generaciones recuperar esa grandeza y esa bonanza, solo el estudio y el trabajo, podrán permitir que el nombre de nuestro pueblo permanezca en la memoria de la gente.
Otro de los lugares importantes de recordar es la Sección Huerta aquí se vivió y se tejió parte de la grandeza que tuvo la Hacienda Mallares, posteriormente, Negociación Agrícola Mallares, y al final Cooperativa Agraria de Producción Mallares Limitada · 157, para llegar a la huerta entrabas por las flores coloradas, que era un árbol cuyas flores cuando florecían eran totalmente rojas, aquí había una compuerta, pero también el sitio preferido para ir a sacar agua en burro cuando
llegabas encontrabas seis o siete aguateros que estaban llenando sus barriles de agua, tratando de llenar agua
limpia de la que salía por el puente, esa agua si estaba limpia, porque la que rellenaba todo el espacio estaba sucia ya sea con lodo o con la suciedad de los burros que allí se hacían, cuando pasabas por el puente de las flores coloradas te encaminabas por un callejón largo que llegaba hasta el guayabo, aquí se bañaban los trabajadores que salían cansados de realizar sus faenas, había una pequeña bajadita y se cruzaba el puente de la quebrada, donde casi siempre se encontraba alguien pescando alguna mojarra o muerdepicha, luego llegabas a la caña, aquí en la caña había una carroza de metal tipo carreta que nunca se supo que se hizo, aquí al costado del puente también habían invernas, luego había otra bajadita y de allí si enrumbabas a la huerta propiamente dicha, al llegar había una reja de fierro, y si era tiempo de cosecha de fruta había una larga hilera de camiones que estaban esperando turno para que les contaran la fruta, ya sea naranja o palta, la huerta era inmensa y en todo el camino veías fruta a ambos lados ya naranja, o palta o mango o toronja o la jugosa mandarina y el coco, los lugares favoritos de cosecha eran la arena, el camote, el abrojo, el palto viejo, se pasaba por la fabrica o la vinera, que era el lugar donde se produjo el mejor pisco del Perú en ese tiempo, el vino blanco, otra deliciosa bebida, también estaba la colmena o el anima, son tantos los lugares que tenia la huerta que recordarlos es sumergirse en la melancolía, de la colmena se sacaba una sabrosa miel que era una delicia.
Como seria de beneficiosa la producción de la huerta que un día de cosecha servia para pagar la semana de mas de quinientos trabajadores, la ventaja primordial de estas frutas, es que eran reconocidas a nivel nacional, por eso es que su valor no decaía, siempre se hablaba de la naranja Mallares o la palta Mallares, solo el cambio de sembrio nos quito, este mercado abierto, porque en un principio se pensó que el algodón seria mas rentable, es por eso que se llegan a tumbar mas de diez mil plantas de naranja, y todo lo que eran plantas grandes, siendo el coco el mudo testigo de los años de gloria que tuvo la sección huerta, al lado derecho de la puerta de entrada a la huerta, había un camino que te llevaba al latiro, hasta el montecito y al río, pasando por la sección cuarta, también habían unos potreros, donde los trabajadores amarraban sus burritos, para que pasten, una de las costumbres de los trabajadores era llevar su limeta o calabazo de chicha, así como la “gata”, que consistía en los pedazos del resto del desayuno que preparaban las esposas, todo esto lo acomodaban en la alforja chica, porque también había una alforja grande para traer la hierba, el río era un campo libre para sembrar ya sea camote o maíz, y se sacaban unos hermosos choclos, estas orillas eran apropiadas para la siembra, e cosechaban unos grandes zapallos y hasta yucas, además cuando cruzabas el río se llegaba a Jibito o Matamoros allí encontrabas camote barato y las ricas sandias, algunos trabajadores les gustaba la pesca y el rió era un lugar adecuado o con anzuelo o con tarraya. Cuando regresabas de estos lugares encontrabas a las vendedoras de chicha en el camino y casi siempre apreciabas un “bebe”, eso sí tenias que darte la vuelta hasta las flores coloradas, es decir si ibas en burro, porque sino cortabas por el guayabo, a la derecha de las flores coloradas estaba la Sección Tercera, donde también había un patio que servia para escoger el algodón en tiempos de paña, cerca del patio estaba el ciruelo, una hilera de plantas de ciruela y de higos así como tamarindos, en tiempos de paña de algodón el verdor del campo se transformaba en blanco porque todos los caminos estaban llenos de sacas de algodón, esperando que pase la carreta de los tractores para subir las sacas y llevarlas al patio y casi nunca se perdían, el hacendado traía del Bajo Piura a los pañadores los famosos paisanos, quienes eran tan hábiles pañando, los cuales hacían sus cuartos de carrizo, estera, cuncun o lo que encontraran a la mano, lo cierto es que ellos hacían sus cuartos, para dormir y comer, pero baño sí nunca hacían por eso cuando se iban a su tierra natal es decir cuando terminaba la campaña dejaban tan abonado el terreno que no se necesitaba las piaras con abono del establo, las piaras eran las que se encargaban de reclutar el estiércol de corral de las vacas , llenarlo y repartirlo por toda la hacienda, para fortalecer las plantaciones con abono natural y puro, sin ningún tipo de química, del patio de la tercera hacia los cerros se encontraba el castillo una construcción de puro fierro, que supuestamente era para extraer petróleo, basados en el salitre existente en esa zona, pero el proyecto quedo en nada.
Otro lugar importante en la historia de Mallares, es el establo aquí había una población activa de vacas lecheras, que diariamente reportaban un promedio de tres mil litros de leche, distribuidas organizadamente en pabellones, paridas, preñadas, producción, enfermas, en celo, lo que permitía un control estricto en cuanto a su producción y su alimentación, era una especie de cuartel ver a los ordeñadores entrar a trabajar a las cuatro o cinco de la mañana en un ajetreo interminable, entrar a los corrales con la manea lista para atrapar las dos pata posteriores de las vacas y estas tan sumisas se dejaban ordeñar, tenían una pericia única para ir llenando los porongos de leche los mismos que después de medirlos iban a dar a la congeladora, a la cual le entraban un promedio de tres mil litros de leche, así mismo habían unos almacenes grandes que parecían hangares, donde se guardaba el forraje, la melaza, el sorgo y la sal, unos grandes trozos de sal para que las reses laman y les dé sed, además estaban, los sementales, unos hermosos toros con un peso impresionante, que eran ganadores de cuanta feria ganadera hubiera y se traían unos grandes trofeos que adornaba las oficina, por la parte de atrás del establo , había un hueco que servia para quemar las reses que se enfermaban del carbunco o la fiebre aftosa, ahora se llama ántrax, la venta de la leche se hacia en las mañanas, pero en las tardes salía un tractor con su carreta a vender a los trabajadores a un precio muy inferior al que se vendía habitualmente.
Este Mallares que se fue, no tenia comparación con ningún lugar de los alrededores, es por ello que los Romero lo cuidaban y lo querían tanto, que cuando fue la expropiación de las tierras por la ley de la Reforma Agraria la intención de don Calixto Romero era quedarse con Mallares, pero no se lo permitieron, en ese tiempo ya había un proyecto de dotar de agua potable a Mallares, de ahí es que instalan el tanque elevado, frente a la Escuela Fiscalizada Mixta N- 65, aunque después los alumnos y la gente lo lleno de piedras.
Solo espero que la gloria de Mallares no se pierda, que seamos capaces de seguir avanzando por el camino del desarrollo y el progreso, ya es tiempo de un cambio en nuestra mentalidad, desechando el conformismo y estableciendo como meta la mejora social de todos, no solo de aquellos que hoy tienen un lugar de producción, sin escondernos en el nivel del egoísmo, porque, cuantas veces sí podemos y cuantas veces no lo hacemos, cuantos lugares se quedan sin mencionar y a algunos no les gustara pero es mi intención llevar una pequeña muestra de ese ayer que vivió con nosotros, que no fue malo, pero pudo ser mejor, Mallares, es el corazón del Valle del Chira, debería estar en un nivel mas alturado solo depende de su gente, que estos Retazos del Ayer tal vez sirvan para empezar a ser un poquito mejores.
HOLA ME GUSTO MUCHO TU ESCRITO SOY UN CREADOR DE PAGUINAS Y BLOGGERO ,ME GUSTA Y AHUNQUE NO SOY DE MALLARES NACI EN LAS GOLONDRINAS PERO LOS SENTIMIENTOS SON UNICOS Y PARECIDOS GRACIAS AMIGO POR ASERME SENTIR ESO QUE ASE MUCHO NO SENTIA ,AHORA VIVO EN LIMA Y YA NO HAY COSAS COMO EL AYER LA FIESTA DE SAN JOSE Y CREO QUE TODOS LOS SANTOS TENIAN SU DIA Y SE CELEBRAVA COM MUCHA FE I DEVOCION SUERTE Y AVER SI ESCRIBES ALGO DE GOLONDRINA ASE 6 AÑOS QUE NO ESTOY POR AYA ,,,,PON FOTOS SERIA BUENO,
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DARWIN PALACIOS
Pronto tendrás mas historia que leer, estudie con una Palacios de la Golondrina Magdalena era su nombre hace muchos años que no la veo, pero hurgando en la memoria estoy preparando algo del tiempo cuando viajábamos a Sullana a estudiar gracias por tus palabras, saludos y si puedes comentale a tus amigos y si son de Mallares mejor, de la Golondrina, HAY MUCHO QUE ESCRIBIR, PERO ME FALTAN DATOS ESPECÍFICOS Y A VECES EL TIEMPO ES ESCASO, DE TODAS MANERAS BUSCARE INDICIOS Y SI ES POSIBLE ESCRIBIRÉ SALUDOS, NICANOR CASTRO
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